La lluvia golpea la ventana
y los árboles bastante tienen con el viento.
Fumas
y una libreta negra te acompaña.
El bolígrafo azul descansa
sobre tus últimos garabatos ilegibles.
Piensas en ella,
en escribirla.
Lo consideras durante varios minutos
con el móvil sobre la mesa.
Finalmente
te inclinas por seguir fumando
sin ningún tipo de inquietud.